¿Qué quieres buscar?

Aquel no era yo, nominado a los Oscar

15/01/2014

Después de triunfar en Málaga y llevarse un Goya, el corto de Esteban Crespo peleará por el Oscar a Mejor Cortometraje





Escrito y dirigido por Esteban Crespo, el cortometraje cuenta la historia de Paula y de Kaney, un niño-soldado africano y una cooperante española que llegan a unir sus vidas irremediablemente a través de un disparo. Un disparo que da vida.

Un campo de airsoft, un juego de guerra, situado en Escalona (Toledo), fue transformado para la ocasión en un campo de batalla con reminiscencias africanas. Entre los ladrillos de una antigua granja de cerdos, el equipo de arte reprodujo escenas de la vida cotidiana y momentos de un conflicto armado entre el Ejército Nacional y el Rebelde en las que intervinieron aproximadamente 100 extras procedentes de distintos países africanos. Para reforzar la envergadura y credibilidad del proyecto se contó con la colaboración del Ejercito Español de Tierra que prestó vehículos acorazados y armamento pesado.

 

 

Ángel Amorós, director de fotografía, escribió para Cameraman acerca de este fascinante proyecto:

Aquel no era yo era un proyecto ambicioso. África, niños soldados, disparos, explosiones… Es uno de esos guiones que lees y lo único malo que se te pasa por la cabeza es: “tal vez necesitemos demasiado dinero”. Pero piensas: “es un buen guión, es un buen proyecto que merece la pena ser rodado”.

Era un proyecto que sobre el guión era largo para ser un cortometraje (la duración final es de 25 minutos), donde no paran de pasar cosas y que exigía rodar mucho. Todo esto, a priori, indicaba que a lo mejor necesitábamos muchos días de rodaje y si ruedas durante muchos días el proyecto se encarece. Y vuelves a pensar que “tal vez necesitemos demasiado dinero” pero sabes que “es un buen guión, es un buen proyecto que merece la pena rodar”.

Y como lo que quieres es rodarlo por encima de todas las cosas el primer trabajo que tuvimos que hacer es pensar en cómo hacer factible un proyecto así, donde teníamos que rodar mucho, pocos días, con muchos extras, armas, una localización muy especial y sin contar con demasiado dinero. Siempre he pensado que la mayoría de las veces es más importante lo que pones delante de la cámara que la cámara en sí. Quiero decir con esto que es más importante invertir los recursos que tengas en lo que vas a colocar delante de la cámara que invertirlos en tener la mejor cámara. Si tienes recursos para todo, mucho mejor, pero éste no era el caso. Este cortometraje necesitaba vehículos militares, armas, muchos extras y una localización que nos hiciera creer que estábamos en África para hacer verosímil la historia que Esteban quería contar. En estas cosas había que invertir los recursos que tuviéramos y esa idea nos quedó muy clara desde el principio.

Segunda idea que teníamos clara: Si queríamos rodar mucho y en pocos días, la mejor opción era rodar con varias cámaras. Rodar con varias cámaras es dinero, pero ¿quién no tiene un amigo con una Canon 7D? Era la opción más asequible, tal vez no fuera la opción ideal pero sí la más asequible, y además sigues pensando que “es un buen guión, es un buen proyecto que merece la pena rodarlo”.

 

 

El 95% del cortometraje lo rodamos con tres Canon 7D con ópticas zoom Canon EFS 17-55mm f2,8 y zoom Canon EF 70-200mm f2,8. Para unos pocos planos con croma y otros que queríamos rodar a 100 ips usamos Red One durante una jornada. Algunos planos con efectos necesitaban cromas y ser rodados a 4K para ser ampliados y generar movimientos dentro del plano. Para esto era necesario usar una cámara que nos permitiera hacerlo.

La forma de trabajar era rodar con las tres cámaras sin parar. Planos, contraplanos, detalles, campos, contracampos: todo a la vez. Como director de fotografía esto puede limitar tus posibilidades de trabajar con la luz, ya que tus planteamientos tienen que ser más generales. Planteas una iluminación base y te pones a rodar frenéticamente hasta que terminas la secuencia. Esta manera de trabajar generó un rodaje muy visceral e instintivo que creo que ayudó a contar la historia y que además convierte tu trabajo en una experiencia muy enriquecedora.

Para acelerar el rodaje y por cuestiones de presupuesto, llevábamos muy poco material de iluminación: un palio, unas pantallas reflectantes, un kino flo y un HMI de 575w. La mayoría del rodaje era en exteriores y cuando teníamos interiores intentábamos aprovechar la poca luz natural que teníamos rodando a 800 ASA. Rodábamos de sol a sol y cuando éste empezaba a caer nuestra solución era forzar las Canon hasta 1200ASA.

Si cuentas con un buen equipo de gente, hay un buen director, si lo que tienes y ocurre delante de cámara es muy digno y si desde un principio en la cabeza se te ha metido que “es un buen guión, es un buen proyecto que merece la pena rodarlo”, aunque no tengas la mejor cámara, pero la historia que quieres contar te lo permite, merece la pena hacerlo. Yo creo que todos los que participaron en

este proyecto pensaban igual que yo. Por eso les estoy muy agradecido y en especial al equipo de cámara: Jacobo, Guillermo, Carlos, Juli y Alberto. A los eléctricos: los dos Marios y Gonzalo. Y a David Rocher, colorista de Evasión.

 Ángel Amorós, director de fotografía


Eventos MÁS LEÍDOS
Relacionados
Eventos 20/10/2022

Óscar Faura AEC, nominado en Camerimage 2022 a Mejor Fotografía en Serie de TV por ‘Los anillos del poder’ de JA Bayona

El Festival Camerimage ha anunciado la programación de la Sección a competición de Series de TV de la 30° edición del Festival Internacional de Cine dedicado a la cinematografía. A partir de este viernes 21 de octubre podrás leer en nuestra revista de octubre la entrevista al director de fotografía Óscar Faura AEC por su trabajo junto al director JA Bayona en Los anillos del poder, una de las series a competición.

Síguenos
  • Youtube Camera&Light Magazine
  • Threads Camera&Light Magazine
  • Mailchimp Camera&Light Magazine
  • Facebook Camera&Light Magazine
  • X Camera&Light Magazine
  • Instagram Camera&Light Magazine
  • Linkedin Camera&Light Magazine