Cómo los servicios de streaming están rompiendo las barreras del mercado cinematográfico europeo
Entrevista con el cineasta nigeriano Kunle Afolayan
Kunle Afolayan es un premiado actor, cineasta, productor y director de cine de Nollywood. Es el fundador y CEO de Kunle Afolayan Productions Television (KAPTv) y de Golden Effects Pictures. Pero, sobre todo, es famoso por las producciones Mokalik, October 1 y The CEO, producciones que ahora pueden verse en todo el mundo en Netflix.
Kunle comparte en la siguiente entrevista su visión sobre los retos a los que se enfrentan los cineastas independientes cuando entran en el mercado del cine europeo. Con muy poco reconocimiento en certámenes como el Festival de Cine de Cannes y el coste que supone llevar las producciones al cine, habla del impacto que los servicios de streaming tienen al romper estas barreras y de la importancia de contar historias locales una audiencia amplia, a nivel europeo, contenido al que no podría accederse de otro modo.
Kunle también habla sobre el uso de la EOS C500 Mark II, una cámara que acaba de ser añadida a la lista de cámaras aprobadas por Netflix, en su próxima película, Citation.
¿Cómo comenzaste en la industria del cine?
Yo nací y crecí en Lagos, Nigeria. Siempre me atrajeron mucho las historias y las películas más sorprendentes, porque de niño todo este mundo estaba a mi alrededor: mi padre, Adeyemi Josiah Afolayan, fue un popular director y productor de teatro y cine de Nollywood, ¡así que el cine corre por mis venas! Cuando acabé el bachillerato, estudié en la Politécnica, donde obtuve un título de Administración de Empresas (HND).
Posteriormente, trabajé en un banco, pero no era mi verdadera pasión, pues siempre quise trabajar en el mundo del cine. En 2004, di un salto al vacío: dejé el banco para hacer realidad mi gran pasión, el cine. Ese mismo año, me matriculé en la New York Film Academy de Londres, donde comenzó todo.
¿Nos puedes contar algo sobre tu trabajo hasta este momento y sobre tu estilo?
Intento ser lo más original posible, contando historias cercanas a mí y que realmente entiendo. Sí, soy director y puedo dedicarme a muchas producciones diferentes, pero cuando se trata de storytelling, estoy profundamente enraizado en mi entorno y me inspiro mucho en mis orígenes: soy capaz de contar historias increíbles sobre Nigeria y África. Para conseguir producciones genuinas y con significado, esta autenticidad es muy importante.
Uno de mis mayores objetivos es no solo contar grandes historias de Nigeria o de África, sino compartirlas con el resto del mundo. Las historias sobre la gente son universales y, si están bien producidas, puede entenderlas cualquiera. Por ejemplo, mi última película, Citation, cuenta una historia increíble que estoy convencido de que va a tener una gran repercusión en todas partes. Trata de una joven mujer, durante su educación superior, que es acosada por profesores a cambio de mejores notas, un tema muy habitual en Nigeria y algo que creo que ocurre en todo el mundo, pero de lo que nunca se habla. La ventaja de las empresas de producción independientes es que tienen menos miedo de contar historias duras, así que hay mucho valor y emoción en ellas.
¿Qué es lo más importante para ti como director de cine?
Como director, hay dos cosas que son importantes para mí. Primero, contar con una gran historia para producirla. Segundo, que el valor de la producción sea de alto nivel. Este último es el más importante, porque por muy buena que sea la historia, si no está bien producida, no se hace justicia a la historia. Las grandes producciones requieren de un buen equipo de en cuanto a cámaras.
Grabé mi nueva película, Citation, con la cámara de cine Canon EOS C500 Mark II, que es una cámara aprobada por Netflix. La primera vez que tuve contacto con esta cámara fue en IBC 2019, poco después de su lanzamiento, y me quedé realmente sorprendido de sus capacidades. Normalmente, no es la función del director decir al director de fotografía qué equipos debe utilizar, pero yo siempre había querido filmar con una cámara 4K full frame y estaba seguro de que esta cámara sería incorporada antes o después a la lista de cámaras aprobadas por Netflix, algo muy importante para esta producción. Afortunadamente, a Jonathan Kovel, director de fotografía de Citation, también le encantaba esta cámara y se dio cuenta de que era fácil de utilizar. Además, resultó excelente, porque es muy adaptable y pudimos usarla en diversas situaciones y escenarios diferentes. También utilizamos los objetivos Sumire Prime de Canon, que aportaron una sensación más suave, con aspecto cinematográfico, e hizo que el sujeto destacara, perfecto para contar historias potentes y bien enfocadas. Además, en comparación con otras cámaras de cine profesionales, la C500 Mark II y los objetivos Sumire Prime son asequibles, algo que es importante para las empresas de producción independientes, ya que casi siempre el presupuesto es limitado.
¿Hay una falta de representación del cine nigeriano y africano en Europa? En caso afirmativo, ¿por qué?
Sí, todavía hay una escasa representación en Europa de las producciones nigerianas y africanas en general, tanto en los cines como en los festivales de cine como Cannes. Se están desarrollando un gran número de películas independientes increíbles, pero no consiguen el reconocimiento que merecen, porque no son coproducidas por grandes productoras internacionales sin grandes presupuestos detrás de ellas.
Cuando se venden películas a los cines europeos, los costes son tan altos que los productores independientes siempre pierden dinero. Esto implica que sea prácticamente imposible para los espectadores ver grandes trabajos producidos por cineastas independientes en las salas de cine. Los servicios de “streaming”, como Netflix, son muy importantes para difundir el contenido de otros continentes. Si no existieran, sería una lástima tanto para las empresas de producción independientes como también para los espectadores, ya que solamente verían una parte limitada del mundo.
¿Qué es clave para potenciar el cine nigeriano y africano en Europa?
En 2014, October 1, mi primera película, fue lanzada a través de Netflix. Esto lo cambió todo para mí. Me contactaron directamente desde el servicio de “streaming” y supe inmediatamente que era un paso en la dirección correcta, tanto para mí como para las empresas cinematográficas independientes nigerianas y africanas porque, en esa época, Netflix no tenía ningún suscriptor en Nigeria. Este movimiento me convenció de que Netflix se preocupaba por el reconocimiento universal del contenido. Plataformas como Netflix son capaces de aumentar el conocimiento de los temas a nivel mundial y permiten a los cineastas independientes ganar exposición en distintos mercados.
Los servicios de streaming no son solo excelentes para compartir historias por todo el mundo, sino que también lo son para compartir contenidos internamente, dentro del país donde se ha producido. Por ejemplo, algunas ciudades de África oriental no cuentan con salas de cine, por lo que tienen una gran dependencia de los servicios de streaming, ya que son la única fuente de entretenimiento y de formación.
Cada vez más producciones se están preestrenando en los servicios de streaming, antes de llegar a las salas de cine. ¿Piensas que este hecho va a seguir aumentando y que acabará con el cine?
No, seguro que no. El cine es todavía muy importante. Un mercado cinematográfico próspero es aquel en el que los servicios de streaming y los cines pueden operar simultáneamente. Ambos tienen objetivos diferentes y se pueden apoyar mutuamente. Nollywood, por ejemplo, sigue creciendo dentro de la industria del cine, pero también está alcanzando cada vez más reconocimiento en las plataformas. Se trata de ofrecer el contenido adecuado para cada tipo de persona en todo el mundo. La demanda de grandes historias está en todas partes, sea en las grandes pantallas de las salas de cine o en el sofá de casa.