‘Custodia Compartida’: Violencia doméstica de proporciones terroríficas
La opera prima de Xavier Legrand cuenta con la fotografía de Nathalie Durand AFC
Tras obtener premios como el León de Plata a Mejor Director en Venecia y el Premio del Público a la Mejor Película Europea y el Premio Otra Mirada de la Sección Perlas de San Sebastián, Golem distribuye en nuestro país Custodia Compartida, la opera prima de Xavier Legrand, una película sobre la violencia de género narrada en forma de thriller que consigue quitar la respiración durante todo el metraje.
Myriam y Antoine se han divorciado. Para proteger a su hijo pequeño de su violento marido, Myriam pide la custodia, pero la juez decide concederla compartida entre ambos cónyuges. Víctima de un padre celoso, y en el afán de proteger a su madre acosada, Julien hará todo lo que esté en su mano para que no ocurra lo peor.
El director explica así su visión de la historia: “La película se construye a partir del miedo. El temor que inspira un hombre dispuesto a todo con tal de regresar con la mujer que le ha dejado para escapar de su comportamiento violento. El personaje de Antoine es una amenaza continua para los que le rodean. Consigue que su entorno viva en una tensión constante, solo siente su propio dolor y manipula a la gente, incluso a sus hijos. Las mujeres que han padecido violencia doméstica nunca se relajan. Saben que el peligro puede aparecer en cualquier momento, en cualquier lugar, y que nadie está a salvo. En Francia muere una mujer cada dos días y medio por violencia doméstica, y aunque se habla de esto en los medios, es un tema que sigue siendo tabú. Las víctimas no se atreven a denunciar, la familia y los vecinos no dicen nada por miedo a interferir en la relación de la pareja. Todo está bajo el manto del secretismo. Mi intención no ha sido enfocarlo como un tema de actualidad. Mi objetivo era concienciar a la gente de la existencia de esta crisis mediante el poder del cine, algo que siempre me ha fascinado, como hicieron y hacen Hitchcock, Haneke o Chabrol. Me refiero a un cine que capta al espectador jugando con su inteligencia y sus nervios.”
La película cabalga entre el cine social y el de suspense, para terminar como puro cine de terror de una intensidad brutal, al percibirse completamente real y cotidiano. Así, algunas referencias de Legrand para Custodia compartida fueron Kramer contra Kramer, El Resplandor o La noche del cazador: “En La noche del cazador usan a unos niños para conseguir un fin. El resplandor me inspiró para la última parte de la película en cuanto a la locura, el aislamiento, el terror. La violencia doméstica puede alcanzar proporciones terroríficas y es lo que quería mostrar. El espectador vive las dudas que Antoine siembra en la juez, la presión a la que está sometido el niño y el terror de la esposa acosada en tiempo real. Quería ofrecer una lectura política y universal del tema, al mismo tiempo que sumergía el espectador en la historia del cine de género (el monstruo buscando a la presa) donde el suspense y la tensión alimentan la narrativa y viceversa.”
La directora de fotografía del filme, Nathalie Durand, acompañada de sus colegas de la AFC Céline Bozon y Richard Andry, mostró el pasado diciembre a los asistentes del MicroSalón en Madrid algunas de las secuencias más intensas de la película. “En la película hay largas tomas en movimiento que traducen el deseo de Xavier [Legrand] de hacer que los viajes duren, de mostrar extensamente los pasajes de un lugar a otro, a veces también un sentimiento de otro … Por ejemplo, el plano donde el niño sale de la casa de sus abuelos cuando su padre viene a recogerlo la primera vez. Este movimiento fue bastante complicado debido al paso de una pared … Para esto, los maquinistas construyeron una estructura de tubo en altura que nos permitió suspender la cámara estabilizada en un Ronin. Esta idea de duración real, de sensación de continuidad, también es muy fuerte en la secuencia de la fiesta de cumpleaños”.
Esa continuidad se da desde el inicio de la película, en la primera secuencia en la que se muestra la vista en el juzgado en la que se decide la custodia compartida del hijo menor. En esa secuencia se usaron dos cámaras para obtener el máximo material. La película se rodó con RED Weapon (2,39 / 5,5K) y ópticas Zeiss Superspeed.
La localización central de la narración es el apartamento de protección oficial donde vive ahora Myriam con sus hijos. “Se decidió construir un decorado para las secuencias del apartamento”, explicaba Nathalie, “estábamos limitados por los horarios de rodaje vinculados a la presencia de un actor menor, y por la planificación de la secuencia final de la película”. La directora de fotografía iluminó el decorado especialmente por las ventanas con Smartlight SL1 y Mini, un Skypanel (utilizado en forma indirecta desde el exterior del escenario), algunos comodines de K 5600, dos M18 Arri y un Alpha 4. También hubo apoyo de luces prácticas de las lámparas figurativas colocadas en la decoración.
Xavier Legrand y Nathalie Durand. Fuente: AFC
Custodia compartida se estrena hoy viernes 20 de abril en cines de España.