‘El llanto’: fotografiando el mal a través del tiempo
Hoy se estrena en cines la opera prima de Pedro Martín-Calero, fotografiada por Constanza Sandoval
La directora de fotografía Constanza Sandoval nos ha contado cuál fue el enfoque visual, alejado de los códigos del cine de terror, en la opera prima del director Pedro Martín-Calero, Concha de Plata a la Mejor Dirección ex aequo en el 72 Festival de San Sebastián, que os ofrecemos en la revista Camera & Light edición de octubre y que os avanzamos a continuación.
Una luz realista, tres mujeres conectadas a través del miedo indescriptible en diferentes épocas, y una linealidad rota, son los puntos de partida sobre los que asienta esta película su propuesta visual y narrativa.
En este oscuro relato dividido en tres, Pedro Martín Calero, valiéndose de la premisa que afirma que el germen del cine son los sueños y, por tanto, el del cine de terror serían las pesadillas, construye una inquietante narración donde las pantallas de los móviles, ordenadores y televisores son como un pozo sin fondo, que al igual que los espejos, multiplica los horrores, sugiriendo la idea, aún más inquietante, de que el verdadero terror se encuentra en lo íntimo y en lo cotidiano, antes que en el clásico monstruo o la sorpresa.
La ganadora de la Concha de Plata a la Mejor dirección es también un ejercicio de estilo, donde, a través de la composición, el movimiento, la mezcla de texturas –incluso sonoras–, y un diseño de producción que da vida a los cambios temporales propios del guion, ofrece al espectador una historia que, si bien podría ser enmarcada dentro del género del terror, apuesta por una estructura más arriesgada que la aleja también del cine de género.
La joven cineasta argentina Constanza Sandoval ADF (Los incrédulos, El canto de Auricanturi), quien antes había incursionado en el género del misterio en la película Matar a la bestia (2021), fotografía esta película de terror con un trasfondo psicológico, inspirándose en la estética del cine de Krzysztof Kieślowski y de Tomas Alfredson. En esta película, rodada a medio camino entre Madrid, Buenos Aires y La Plata, la directora de fotografía demuestra, a través de una propuesta de estilizada simetría, por qué es una de las cineastas emergentes con mayor relevancia en la cinematografía argentina actual.
Nos cuenta Constanza que «Pedro buscaba a alguien cuyo trabajo fotográfico tuviera algo de ‘realismo’, por así decirlo, para combinar con un trabajo de cámara y encuadres que él tenía muy pensado».
El llanto propone una reinvención del cine de género. Sobre este relato, dice el director Pedro Martín-Calero, que lo más importante para él eran las tres protagonistas, quienes, sin ser contemporáneas entre sí, ni estar en el mismo lugar, viven algo parecido. «El trabajo con Pedro durante la preproducción fue increíble, ya que investigamos mucho, probamos muchas cosas, justamente con el fin de poder encontrar un tono distinto a lo que estábamos acostumbrados a ver en las películas de miedo», constata la directora de fotografía. «Hablábamos de conseguir un look algo elegante y moderno, y sobre sugerir más que revelar. Queríamos también concentrarnos en las protagonistas, en su punto de vista, y a la vez crear un universo especial y atmosférico. Fue muy interesante ver cómo se unían todos los elementos para generar esa sensación constante de suspense a medida que íbamos decidiendo cosas sobre la película».
La película recuerda en su propuesta al Arrebato de Zulueta. Sin embargo, sobre el enfoque visual elegido, los dos cineastas se apoyaron en referencias como «el cine de Krzysztof Kieślowski, que me llevó a revisitar algunas de sus películas, entre ellas Tres colores: Rojo (1994). Me gusta mucho esa película y sus diferentes recursos de iluminación y cámara tan sencillos y preciosos a la vez. Además, había algo que recordé al ver de nuevo la película Let the right one in (Déjame entrar, 2008) de Tomas Alfredson, con fotografía de Hoyte Van Hoytema, y es que cada uno de sus planos tiene como una magia propia, además de estar llenos de sentido y textura, pero dentro de un realismo muy crudo y a la vez poético. Si bien no son referencias visuales directas, hay algo del uso de la imagen poética que también nos inspiró».
Lee la entrevista completa en Camera & Light Octubre de 2024.