El Muerto y Ser Feliz en la Sección Oficial del Festival de Nueva York
Tras su premier internacional en el Festival de San Sebastián, competirá también en el de Londres
José Sacristán da vida En El Muerto y Ser Feliz a un viejo asesino a sueldo que se embarca en un viaje a ninguna parte a lo largo de dos mil kilómetros de comedia negra. La cinta comienza en la última planta de un hospital de Buenos Aires donde un español que ha echado media vida en Argentina se da cuenta de que se muere. Éste se escapa con un feliz cargamento de morfina, y emprende un viaje hacia norte, a ninguna parte. Una chica que encuentra en la carretera –interpretada por la magnética actriz uruguaya Roxana Blanco- será su fiel escudera en el viaje.
Javier Rebollo es un cineasta asiduo de diversos festivales internacionales de prestigio. En el año 2006, estrenó en el Festival de Cine de San Sebastián su opera prima Lo que sé de Lola, que obtuvo, entre otros, el Premio Fipresci en el Festival de Londres y fue nominado al Goya al Mejor Director Novel. Su segunda película, La Mujer sin Piano (2009), ganó el Premio a la Mejor película en el
Festival de Cine de los Ángeles (AFI) y obtuvo la Concha de Plata al Mejor Director en el Festival de San Sebastián.
El Muerto y Ser Feliz, que se estrenará comercialmente en salas el próximo otoño, es una coproducción hispano-franco-argentina de Icónica, Lolita Films, y Eddie Saeta (España), en coproducción con Utópica Cine(Argentina) y Noodles Productions (Francia). Además, cuenta con la participación del ICAA, Televisión Española, TV3 e ICO y el apoyo de Cinemage 6 y de La Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Con su premier internacional en la Sección Oficial de la 60 edición del Festival de San Sebastián, iniciará su amplia trayectoria de certámenes internacionales cuyas próximas citas serán los Festivales de Nueva York y Londres.
La última película de Javier Rebollo tiene un particular tratamiento del sonido. En palabras del director: 'En realidad todo surgió del sonido. Parece que en el cine existe un protocolo, una plantilla en la que se empieza por un lado y termina por otro. A mi siempre me lleva el sonido donde se coloca la cámara. Si llego a un decorado, tengo un boceto de secuencia, pienso: ¿ qué se oye? Y, a partir de ahí, sé donde va la cámara.»
Con esta premisa, Cameraman publica una conversación acerca de la producción de El Muerto y ser Feliz con Javier Rebollo y los responsables del sonido de la cinta, Pelayo Gutiérrez y Daniel Fontrodona. A ellos se suma el relato del director de fotografía del filme, Santiago Racaj, cuyo resultado se publicará en la próxima revista.