«La hija de un ladrón», acentos y texturas en el retrato social
Entrevistamos a Neus Ollé AEC en la revista Camera & Light
Autora: Carmen V. Albert
La hija de un ladrón es de esos filmes que te sumergen emocionalmente durante su visionado, para después adherirse y salir contigo del cine, dispuestos a perseguirte mientras intentas seguir con tu vida. Con una clara referencia a los Dardenne, la opera prima de Belén Funes relata la historia de supervivencia de una joven madre siguiéndola con la cámara y convirtiéndola en heroína moderna. La directora de fotografía del film nos explica en el último número de Camera & Light, del que os mostramos un avance, cómo detrás del look documental y de una narración aparentemente improvisada subyacen largas jornadas de preparación y rodaje para poder acentuar esa dura realidad, pero también embellecerla y empoderarla.
Sara (Greta Fernández) ha estado sola toda su vida. Tiene 22 años y un bebé, su deseo es formar una familia normal junto a su hermano pequeño y el padre de su hijo. Su padre, Manuel (Eduard Fernández), tras años de ausencia y al salir de la cárcel, decide reaparecer en sus vidas. Sara sabe que él es el principal obstáculo en sus planes y toma una decisión difícil: alejarlo de ella y de su hermano.
Belén Funes concibió el cortometraje Sara a la fuga, que podría considerarse precuela de La hija de un ladrón, mientras rodaba un proyecto en la cárcel de hombres de Barcelona y un preso le contó que su hija le odiaba por haberla dejado a cargo de los servicios sociales cuando él entró en prisión, creciendo sola y sin referentes. Esa chica se convirtió en una heroína para la directora y su historia le sirvió para seguir profundizando en las relaciones entre padres e hijos y su fragilidad, pero también para hacer un retrato social de la España actual: “La clase media se ha convertido en una fortaleza infranqueable en la que no está́ permitido que muchos entren. En los barrios obreros de las grandes ciudades, la gente lucha por prosperar mínimamente, aunque la realidad es que el sueño de una vida sencilla se convierte en algo inalcanzable”.
Greta Fernández, Belén Funes y Neus Ollé durante el rodaje.
En su primer largometraje, Belén Funes pone el foco en esta realidad sin una especial vocación política, ni tampoco esa devastadora mirada de algunos de sus referentes, centrándose en empoderar a su protagonista, nuestra heroína milennial. Para ello, Funes colabora de nuevo con la directora de fotografía Neus Ollé AEC, quien se sirve de los colores y la textura del modo 16 de la Alexa Mini para dar a la narración un estilo documental más estilizado y con carácter.
AVANCE DE LA ENTREVISTA A NEUS OLLÉ, DIRECTORA DE FOTOGRAFÍA
Este proyecto está financiado por el programa de ARRI ISP. ¿Cómo surgió?
Esta ayuda que dan a primeras películas de directores surgió porque Belén Funés estaba con el guion de La Hija de un Ladrón en un taller del Festival de Toronto, el Toronto Talent Lab, y allí conoció a Mandy Rahn de ARRI, quien le sugirió que presentara la solicitud. Así que hicimos un dossier con el guion, el equipo técnico y demás información y lo aprobaron. Con esta ayuda, ARRI te cede material para poder rodar la película. Nos dejaron el paquete de cámara e iluminación: teníamos todo el rango de Skypanels, HMIs y L-Series. El S360C y otras luces vinieron nuevas de Madrid, las sacamos directamente de la caja.
Entonces, imagino que todo está rodado con equipos ARRI.
Excepto las lentes. Habíamos rodado el último corto de Belén (La inútil) en 16mm y nos gustó mucho cómo quedó. En un primer planteamiento queríamos rodar la película también en este formato, pero no pudo ser por falta de presupuesto.
Estuve pensando cómo llegar a un look parecido. Queríamos alejarnos de una imagen digital, queríamos algo más orgánico, un poco sucio, con estilo documental. Hacía un año que había salido Detroit (Kathryn Bigelow / Barry Ackroyd, 2017), donde rodaron con el modo 16mm de la Alexa Mini y ópticas de 16mm para poder mezclarlo con las imágenes de archivo relacionadas con el incidente del Motel Algiers. La textura de la peli era muy interesante y pensé que podía funcionar muy bien para La Hija de un Ladrón.
Escogimos las ópticas Ultra16mm de Zeiss, que combinamos con las ópticas de 35mm Zeiss HighSpeed T1.3 cuando necesitábamos ir con focales más largas. Básicamente rodamos con el 12mm y el 14mm; en algún momento usamos un 25mm HighSpeed, pero en su mayoría fuimos con las Ultra16.
La película se centra en el personaje de Sara, a quien la cámara sigue durante todo el metraje…
A Belén le gusta mucho el cine de los Dardenne, era su gran referencia en cuanto a puesta en escena. Quería centrarse en Sara y que la cámara fuera acompañándola, observándola, casi como un personaje más. En cuanto a focales, por tanto, queríamos estar cerca de ella, utilizamos angulares / ópticas medias; yo muchas veces estaba a medio palmo de Greta [Fernández].
Mucha gente dice cuando ve la película que parece todo muy improvisado, y no es así. Belén y yo estuvimos varios días trabajando sobre el guion, leyendo secuencia por secuencia, hablando de puesta en escena, intención, personajes, punto de vista, viendo qué era lo más importante… también hicimos un trabajo previo de ir a las localizaciones, ver cómo podíamos desarrollar las acciones y cómo coordinar los movimientos de personajes y cámara para que se viera lo que queríamos contar.
Teníamos una planificación para saber cuáles eran los puntos importantes de cada secuencia. Luego en rodaje, cuando los actores llegaban al set, había un ensayo in situ, y comprobamos si funcionaba lo que teníamos planificado.
La mayoría de secuencias se componían de un plano secuencia que se desarrollaba siguiendo la acción, una coreografía entre cámara y actores que mostraba los decorados casi en 360º, durando varios minutos. Tras este, rodábamos otros planos en los puntos que sabíamos que necesitábamos opciones en el montaje.
Secuencias sin movimiento sólo recuerdo la conversación que Sara tiene con su padre en el bar. En el resto, la gente se mueve y la cámara les sigue, y para ello hay un pensamiento previo en papel y luego una coreografía en la localización que se iba ensayando y desarrollando, teniendo una mentalidad abierta a lo que pudiera surgir en rodaje.
Planta del piso de Sara. Cortesía del gaffer Lluís Maymó
¿Habéis trabajado con story?
No dibujamos story, aunque yo uso mucho el programa Hollywood Shot Designer desde el iPad, donde puedes dibujar plantas. Hicimos de casi todas las secuencias y localizaciones. Una de las localizaciones que preparamos más fue el piso de Sara. Era un piso real, bastante grande, pero Arte creó paredes falsas para que pareciera más pequeño. También me construyeron alguna ventana para poder iluminar. En esta localización hay muchas secuencias en que empezamos por ejemplo en el recibidor, Sara entra, atraviesa el piso, va hacia la cocina… Y, por lo tanto, nos rediseñamos el espacio para poder hacer movimientos muy largos de cámara y luz.
Lee la entrevista completa en Camera & Light 104
FICHA TÉCNICA
Cámara: ARRI Alexa Mini
Ópticas: Zeiss Ultra16 T1.3, Zeiss Super HighSpeed T1.3
Relación de aspecto: 1.1:85
EQUIPO TÉCNICO
Dirección: Belén Funes
Guion: Belén Funes y Marçal Cebrian
Producción: Oberon Cinematográfica, Bteam Pictures
Dirección de Fotografía: Neus Ollé
Dirección de Arte: Marta Bazaco
Diseño de Vestuario: Desireé Guirao
Jefe de Eléctricos: Lluís Maymó
Etalonaje: Antaviana