La Sección Oficial de Largometrajes de Cinema Jove indaga en las heridas abiertas de la sociedad actual
El festival aborda las fake news, el ciber acoso, el suicidio adolescente o el resurgimiento de grupos neonazis
La Sección Oficial de Largometrajes del festival Cinema Jove tiene un marcado carácter europeo, pues la mayoría de las películas seleccionadas proceden del Viejo Continente. En concreto, de Polonia, Dinamarca, Suiza, Islandia, Hungría, Austria, Alemania y España. Pero también de México y de Japón.
Made in València
Por primera vez en una década, participa en la competición una película valenciana. #Seguidores (fotograma inferior), del joven realizador Iván Fernández de Córdoba, es un drama con tintes de comedia que indaga en cómo el desarrollo tecnológico ha propiciado que la era de la comunicación sea la de mayor incomunicación de la historia.
Noche de paz, noche de desamor
Al director polaco Piotr Domalewski le gustan los dramas íntimos. No hay mejor ámbito que el familiar para llevar las emociones al límite y eligió una cena de Navidad para contextualizar su ópera prima, Silent Night, con cuál espera hacer conocer un pequeño pedazo de Polonia.
¿Hasta dónde se puede tensar el amor?
El drama íntimo suizo Vakuum de Christine Repond y el alemán Jibril de Henrika Kull tratan de responder a esa pregunta en sus tramas. El primero arranca cuando su protagonista descubre que es seropositiva y su marido es el único que puede haberla contagiado… Con unas interpretaciones francas y emocionantes, el segundo trata sobre una relación plagada de inconvenientes entre una madre de tres niñas divorciada con un hombre condenado a seis años de prisión.
Crecer duele
Entre la selección hay varias películas iniciáticas en las que la observación del mundo de los adultos cambia la concepción de la vida del niño o del adolescente que mira. Kasper Rune Larsen cuestiona el estilo de vida de jóvenes perdidos y desmotivados en Danemark y en L’Animale, de la austriaca Katharina Mueckstein, plantea el problema del coraje para liberar la propia identidad de las normas sociales.
Por otra parte, la niña de The Swan confronta su imaginación con la observación de la compleja realidad de los adultos. Mientras que el niño de Genezis (fotograma inferior), de Bogdán Árpád, está zambullido dentro de la violencia de un conflicto entre la justicia y un grupo neo-nazi. La película está narrada con un estilo que recuerda la narración de 21 gramos y Amores perros de Iñárritu.
Monstruos contemporáneos, desde Japón hasta México
Los monstruos pueden tomar varias formas, tanto personales como exteriores. El duelo y las dificultades para procesar la muerte de un familiar toma un eco personal para Jimena Montemayor en su obra Restos de viento que sabe transcurrir un sentimiento universal frente al muerte.
De la misma manera, el ciber acoso representa el peligro de las redes sociales, especialmente para los jóvenes como es el caso en The Hungry Lion. En el Japón actual sigue existir la ley del silencio, critico por el director Ogata Takaomi, pero no solo ahí sino en nuestra sociedad global.
Podéis encontrar en la web del festival la programación completa.