‘Regresión’, número 1 en taquilla, en cameraman 83
Entrevistamos al director de fotografía del filme, Daniel Aranyó
Alejandro Amenábar vuelve a las pantallas con Regresión, protagonizada por Ethan Hawke, Emma Watson y David Thewlis, y con la colaboración, por vez primera en un largometraje, con el director de fotografía Daniel Aranyó, a quien hemos entrevistado y cuya suculenta entrevista puedes encontrar en Cameraman 83.
Regresión representa una vuelta de tuerca al suspense, género con el que debutó en el largometraje en 1996. “El término “regresión” significa, entre otras cosas, volver atrás”, dice Alejandro Amenábar. “Este proyecto supone para mí revisitar el misterio, reencontrarme con el género que marcó el inicio de mi carrera con Tesis, una película donde exploraba el poder casi hipnótico que a veces ejerce sobre nosotros la contemplación del horror; siguió con Abre los ojos, una mirada alucinada y enfebrecida en la que convivían sueño y realidad; y culminó con Los Otros, un intento de recuperar el sabor de los viejos clásicos del suspense. Siempre busco lo que me empuja, lo que me motiva, esa energía que a veces se encuentra explorando cosas muy diferentes. Por eso he ido indagando en distintos géneros: el drama, el terror, el suspense, o en la mezcla de géneros, presente ya en Ágora.
La nueva película de Alejandro Amenábar no es una inmersión directa en el suspense, en palabras de Fernando Bovaira, productor del film: “Regresión se acerca más a una combinación de géneros; que ha llevado a Alejandro a subvertirlos. El título es muy adecuado porque de alguna manera la película de lo que trata es de la extrañeza, de la complejidad de la mente humana.”
“Algunas de las cosas que se narran en Regresión encajarían en la temática de terror”, explica Alejandro Amenábar, “aunque el tratamiento es de thriller psicológico con altas dosis de policíaco. Los referentes han sido sobre todo thrillers y películas de terror americanas de los 70: El exorcista, La semilla del Diablo, entre otros, porque había algo de contención que me apetecía rescatar. En Los Otros, la inspiración fueron películas de los 40, 50 y 60; y aquí de los 70. Quería rescatar el tono sobrio e incluso pausado de muchas de ellas. Pero sobre todo, tomarme muy en serio lo que estábamos contando”.
El respeto por el género permeó en todos los equipos que han formado parte del proyecto, desde los actores a los responsables de la factura visual del film. “Cuando Alejandro me propuso hacer esta película”, dice Daniel Aranyó, Director de Fotografía, “me dijo que para él era muy importante que en todo momento la historia fuera muy creíble. Que en todo momento te sintieras viendo las películas de los años 70, donde había una contención en el lenguaje y una sobriedad, que hacía mucho más cercana la relación con los personajes y la credibilidad de lo que te estaban contando. Teníamos que huir del artificio en el que hoy en día mucha gente se apoya para crear suspense o thriller. Y dejar que la historia te fuera guiando pausadamente”.
Inspirada en una oleada de sucesos ocurridos en Estados Unidos durante la década de los 80, la película es a la vez “una reflexión sobre la maldad y una exploración de los vericuetos de la mente”, dice Fernando Bovaira. Las acusaciones iniciales que sirvieron de documentación para la escritura del guión nacieron en el contexto de un creciente poder político y religioso dentro de los Estados Unidos, y luego se propagaron por el resto del mundo con desigual intensidad, llegando a calificarse como un caso de conspiración global no sólo por las fuentes más sensacionalistas. “Hubo una serie de fenómenos reales en los que la investigación policial, el asesoramiento psicológico y la superstición convergieron en un intento por desentrañar un extraño y horripilante puzzle conocido como Abuso Ritual Satánico”, recuerda Alejandro Amenábar. “La catarata de acusaciones y confesiones fue abrumadora, destruyó familias enteras, generó caos y pánico social y tuvo en numerosos casos duras consecuencias penales. Ha sido muy interesante revisitar aquellos casos de la década de los ochenta y noventa con la mirada de un ciudadano del siglo XXI.”
Ambientada en una pequeña comunidad del Medio Oeste de EEUU, el pueblo y los enormes paisajes que lo rodean conforman un escenario muy particular, que aporta elementos extra a la historia. Lo explica el guionista y director: “El Medio Oeste está configurado por espacios muy grandes que contienen mundos muy pequeños. El de la película es un típico pueblo americano con las casas desperdigadas donde todos se conocen. En esos universos tan cerrados el sentimiento de culpa por haber cometido algún error se convierte en algo importante. La culpa es un elemento de peso en la vida de los protagonistas.” ¿Qué provoca el miedo en cada uno de nosotros? se preguntan los responsables de la cinta.
Para Fernando Bovaira, “Regresión es una película sobre el miedo, sobre cómo confrontamos nuestros miedos y sobre cómo a veces esos miedos se convierten en nuestro peor enemigo. Está estructurada como una historia policíaca en la que aparentemente no se encuentran pruebas del crimen investigado. A menudo, en el género policíaco el caos lo provoca alguien que comete un delito; a partir de ahí la policía, a través del éxito de la investigación, restablece el orden. En Regresión, Bruce, el protagonista, se enreda tanto en el caso que se ve atrapado. El cazador de la verdad se convierte en presa.”
UNA PRODUCCIÓN GLOBAL PARA UN ESPECTADOR INTERNACIONAL
Regresión es una co-producción internacional que cuenta con un presupuesto de 20 millones de dólares. Fueron necesarias doce semanas y un equipo formado por técnicos españoles y canadienses para completar una pre-producción que arrancó en Europa pero que rápidamente se trasladó a suelo canadiense. “En una película como esta es muy importante darle credibilidad a la puesta en escena y a los paisajes que se retratan. Y eso ha sido una consigna que Alejandro ha transmitido de manera muy clara. Desde un punto de vista económico, podía haber tenido más sentido rodar los exteriores en Norteamérica y los interiores en España. Pero un rodaje es una inmersión y esa división, de alguna manera, te obliga a fragmentar equipos y a fragmentar tiempos de rodaje, y preferimos la opción de rodar en un entorno norteamericano, en esos paisajes, en esas calles, en esas granjas que le dan mucha verdad, mucha verosimilitud a la historia”, explica Fernando Bovaira. La película se empezó a diseñar en España. Se hicieron varios viajes para hacer el casting de jefes de equipo y para empezar la búsqueda de localizaciones. A principios de febrero la producción se trasladó a Canadá y allí se hizo toda la pre-producción de la película. El rodaje arrancó a mediados de abril de 2014 y finalizó a mediados de junio. Koldo Zuazua, director de producción, añade: “Toronto nos ofrecía unas buenas condiciones financieras y además es una ciudad donde se rueda muchísimo, donde hay muy buenos equipos y donde tienen unas excelentes infraestructuras”.
Lee cómo se realizó el muy destacable trabajo fotográfico de Regresión en Cameraman edición Septiembre 2015.