El segundo largometraje de Paul Urkijo narra, bajo los códigos del cine fantástico y de aventuras, la historia de Eneko e Irati, quienes viajan en un mundo medieval, durante el siglo VIII, donde seres mitológicos y deidades se comunican e interactúan con los humanos. Esta potente pieza visual que se estrenó a finales de febrero –nominada a cinco premios Goya, entre ellos a Mejores Efectos Visuales, ya premiados en el Festival de Sitges, donde la película ganó también el Premio del Público– construye un universo épico inspirado en los mitos y leyendas del pueblo vasco, explorando temas y formas no tan usuales dentro de la cinematografía española, a través de una búsqueda estética que el director de fotografía define como realismo expandido.