Combinando los recursos de National Geographic y el zoológico de Cincinnati, y aprovechando las habilidades de un equipo increíblemente profesional, el director de fotografía Greg Wilson y su equipo fueron responsables de capturar simultáneamente imágenes de cine, así como fotos de alta resolución del guepardo para su uso en la revista del National Geographic. Se utilizó una cámara de alta velocidad Phantom Flex rodando de 1200 a 1600 fotogramas por segundo; el equipo reencuadraba al ritmo del sprint del guepardo, capturando todos los matices del movimiento del animal, ya que éste alcanzó velocidades de más de 96 kilómetros por hora. Para las imágenes fijas, el equipo utilizó tres Canon EOS-1D X, disparando a su velocidad más rápida, a la máxima resolución.